Desde marzo pasado estamos viviendo el Año Polar Internacional (API), denominado en inglés International Polar Year (IPY), que consiste en un programa internacional de investigación científica, cooperativo, coordinado e interdisciplinario, que se ejecutará en las regiones polares -Ártico y Antá;rtica- para explorar las nuevas fronteras de la ciencia. Son alrededor de 50 mil científicos de 60 países que dieron inicio al estudio más detallado que se haya hecho sobre los polos, los mayores reservorios de agua del planeta.
Cincuenta años más tarde, en 1932, la segunda edición del IPY –conocido entonces como Año Geofísico- abría las puertas para que se instalaran en los polos 40 bases de forma permanente.
Para la tercera edición del IPY, en 1957, científicos del mundo se reunieron en torno al frío de los polos y sentaron las bases para lo que hoy se conoce como Tratado Antártico (1961).
Este tratado establece un régimen jurídico especial que “congela” los reclamos de soberanía sobre el continente blanco e impulsa que sea una zona de paz destinada para el estudio científico.