Huemules son preservados por la Conaf en fiordos de Parque Nacional Bernardo O’Higgins

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Cada año el peligro de su extinción es una amenaza, pero el extremo austral de Chile ofrece ahora al huemul (Hippocamelus bisulcus) la oportunidad de permanecer incólume ante estos vaticinios, como su hierática imagen del escudo nacional.
Los esfuerzos por preservarlo se han centrado en las regiones de Biobío, Aisén y Magallanes, estimándose su población actual en unos mil ejemplares, distribuidos en grupos aislados. Sin embargo, hoy emergen nuevos escenarios propicios para su conservación en los fiordos Témpano y Bernardo, descolgados del Campo de Hielo Sur, en el Parque Nacional Bernardo O’Higgins, en la Región de Magallanes.
El peligro de extinción del huemul ha sido fuertemente resistido por la Corporación Nacional Forestal (Conaf) en estos fiordos, en el límite entre las regiones de Aisén y Magallanes. Inicialmente, con apoyo del Centro de Aclimatación Zoológica de La Dehesa, se definió una guía de manejo, para que luego, en 2002, la Conaf suscribiera un convenio con la Sociedad para la Conservación de Vida Silvestre (WCS), y desarrollar acciones directas de conservación de este ejemplar en ambos fiordos de la zona austral.
En 1999 los avistamientos en la zona de Témpano alcanzaban apenas a los 15 ejemplares. No obstante, hoy la cifra aumentó a 36, registrados en una reciente campaña realizada por Conaf

Guardería y refugio
Alejandra Silva, médico veterinaria de la Unidad de Patrimonio Silvestre de Conaf en la Región de Magallanes, explica que el convenio con la WCS permitió construir una guardería de 170 metros cuadrados en el área de Témpano, y un refugio de 60 metros cuadrados en el fiordo Bernardo, para la permanencia de cuatro guardaparques en la zona.
Al fiordo Témpano se accede luego de cerca de seis horas de navegación desde Puerto Edén hacia el norte, a través de los canales patagónicos. No ha sido aún posible cuantificar con precisión el número de ejemplares merodeadores, pero sí se comprueba una población más saludable de huemules.
Estos ciervos de 45 a 65 kilos de peso promedio recorren áreas de arbustos y plantas herbáceas. Recientes avistamientos permitieron apreciar seis nuevas crías en Témpano y diez en Bernardo.
El incremento poblacional en ambos fiordos se atribuye a que el huemul recuperó territorios que había perdido, tras ser desplazado por vacunos baguales.
Según Alejandra Silva, por muchos años estos vacunos en estado salvaje confinaron a los huemules a los cerros, con pocas posibilidades de ampliar sus áreas de alimentación en sectores escarpados y peligrosos.
Sin embargo, la puesta en marcha del proyecto y los patrullajes de guardaparques han permitido el alejamiento o la caza de baguales, devolviendo su hábitat natural a los huemules. La presencia de Conaf ha permitido también una vigilancia sobre la caza ilegal.
Las hembras huemules sólo tienen una cría, la que nace generalmente a fines del año. El zorro colorado, depredador natural de sus crías, no ha sido detectado en mayor cuantía en la zona, lo que ha permitido el crecimiento de estas nuevas especies.
Pese a esto, quienes desarrollan el proyecto dicen que aún es necesario financiar más estudios para cuantificar la población, establecer en qué sectores se distribuye y disminuir los factores que amenazan su existencia.

Otro proyecto
La Corporación Nacional Forestal (Conaf) en conjunto con la WCS presentó un proyecto al Banco Mundial para ejecutar planes de educación ambiental a la comunidad de Puerto Edén, de 230 habitantes, que también se ha involucrado en este programa de conservación de huemules en la zona austral.
De hecho, uno de sus habitantes es guardaparque en la zona del fiordo Témpano.

Fuente: El Mercurio (Rolando Martínez, Punta Arenas)

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