Con preocupación estamos siendo testigos de una crecida histórica del nivel de las aguas del lago O’Higgins que mantiene sumergida toda la infraestructura portuaria del lago, que amenaza la central hidroeléctrica de Villa O’Higgins y tiene con riesgo de corte por inundaciones y socavamiento al camino de acceso al lago desde Villa O’Higgins. En el interior del lago hay dos familias damnificadas.

Las balizas de señalización lacustre están parcialmente inundadas, pero se mantienen en funcionamiento.

Pobladores damnificados.
Hasta el momento hay dos asentamientos poblados del lago que están sufriendo inundaciones. El más complicado es La Ramona, en el brazo poniente del lago, que es habitado por el matrimonio de Antolín Sepúlveda y Teolinda Lagos en donde el agua ya ha inundado algunos adelantos de la propiedad y está a centímetros de comprometer la vivienda.
En el extremo sur del lago O’Higgins, en el sector de La Carmela, las aguas han inundado terrenos cultivados, corrales y algunas bodegas del poblador Luis Mansilla. También la inundación impide el acceso desde la vivienda al muelle del sector.

Amenazas de inundación en Central Hidroeléctrica y Camino al lago.
Para Villa O’Higgins la situación ha comenzado a ser muy preocupante ya que la sala de máquinas de la central hidroeléctrica de Bahía Bahamondez que abastece de energía a la Villa está a 25 centímetros de alcanzar la base y ya el oleaje está ingresando a las dependencias. La administración local de la empresa electrica Edelaysén ha informado que con 5 cms más de crecida la turbina generadora dejará de funcionar dejando al pueblo sin energía eléctrica.

Causas del Fenómeno.
La explicación de la gran crecida del Lago O’Higgins está los deshielos de glaciares en la zona, especialmente de Campo de Hielo Sur. A lo anterior se han sumado intensas lluvias desde febrero acompañadas de temperaturas cálidas que han llevado la isoterma «cero» a grandes altitudes con ausencia total de nieve en la zona.

El nivel de las aguas debería seguir subiendo ya que se mantienen las precipitaciones y las temperaturas todavía favorecen los deshielos de los glaciares.

Es el cambio climático global que se ha instalado en la Patagonia para quedarse y seguir dándonos sorpresas y preocupaciones.